Las horas de los terremotos y la marea lunar

Las dorsales oceánicas se activan con la marea. La actividad volcánica en las dorsales submarinas (y lejos de ellas, como por ejemplo en las Islas Canarias) está influida por las mareas (1). En alguna ocasión se sugirió que esta actividad aumentaba en el momento de la bajamar sobre ellas (2).

El área de "Reykjanes Ridge" es otro ejemplo de la influencia de las mareas en la sismicidad. En este caso el movimiento vertical desfasado de placas, generado por el "avance del frente de marea oceánica", ejerce un efecto de cizalla que activa el vulcanismo y la sismicidad (una forma de interacción dinámica entre placas de masa variable(3)).

Para comprobar esta evolución de la sismicidad aparejada a los ciclos de marea, se tomaron del registro sísmico de USGS todos los terremotos mayores o iguales de magnitud 4.5 ocurridos desde el 22 de marzo de 1924 hasta el día 04 de marzo de 2022 (un total de 127 terremotos) en un "área pequeña" de la Dorsal Atlántica (un segmento de Reykjanes Ridge). La comprendida entre las coordenadas siguientes:

latitud mínima  53.106, Longitud mínima -34.996

latitud máxima 57.003, Longitud máxima -32.843

Ver mapa:

Este segmento de la Dorsal Atlántica tiene una orientación Norte/Sur y por lo tanto casi perpendicular al avance de la onda de marea.

Y no hace falta recurrir a la trigonometría, ni a ningún cálculo de vectores lunisolares para llegar a la misma conclusión (que los terremotos son marea). Ha bastado trabajar con los datos lunares, comparando dónde estaba situada la Luna (como sabrán responsable del 70% de la marea) en el momento de ocurrir cada terremoto.

En el siguiente gráfico se puede apreciar "a simple vista" la evolución sinusoidal sísmica histórica aparejada al "ángulo horario de la Luna en Greenwich" (longitud de la Luna).

La evolución de la sismicidad histórica en dicha área de la dorsal tiene una más que evidente relación con la marea lunar, mostrando más actividad sísmica cuando la Luna está cercana a los meridianos 345 y 165.

Pero esta "asociación" entre mareas y terremotos no solo ocurre en la sismicidad de origen volcánico, también los terremotos de origen tectónico están relacionados con la marea. Solo hay que fijarse cuándo se activan las placas Nazca y Suramérica (4).

En el gráfico siguiente se ve la relación de la posición de la Luna en el momento de todos los terremotos grandes en Lima y Callao.


Cuando la Luna atraviesa los meridianos 005 y 185 suele temblar este área de Perú mucho más que a otras horas.

El gráfico anterior se ha elaborado recopilando todos los terremotos de magnitud >= 6, según el catálogo USGS, 91 terremotos ocurridos desde 1916-09-29T18:54:47.720Z hasta 2022-05-12T21:55:48.723Z entre las coordenadas siguientes:

lmin -16,057 Lmin -80,772
lmax -08,276 Lmax -73,242

El "nivel general de sismicidad" en nuestro planeta está determinado por las mareas (está comprobado estadísticamente que la tendencia sísmica aumenta en la fase de afelio a perihelio y disminuye en la fase de perihelio a afelio, coincidiendo con la tendencia del componente anual de la marea solar) lo que demuestra su estacionalidad.
En períodos más cortos (semidiurnos) la correlación de las mareas lunisolares con los terremotos demuestran su causalidad, por lo que se puede concluir que las mareas no solo están en su origen dinámico, sino que los terremotos son una manifestación del efecto de marea en las masas sólidas de la Tierra. Es decir: Los terremotos son marea.




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