Bueno, ¿y de qué sirve todo esto?

Probablemente, querido lector, es lo que se estará preguntando. Y dirá usted, con toda la razón, que lo interesante sería saber exactamente dónde y cuándo va a ocurrir un terremoto.

Intentaré explicarlo.
Admitamos ya como cierto que la tendencia gravitatoria solar es del mismo signo que la tendencia sísmica (en el 74% de las veces. Descargar archivo excel). Ello no supondría que cuando no se fuera cumpliendo esa ley, y a medida que nos acercáramos al fin de algún período del ciclo de tendencia gravitatoria solar (perihelio o afelio), aumentaría la probabilidad de que el nivel de eventos equilibrase la tendencia sísmica de nuevo, volviéndolas nuevamente del mismo signo (en las fórmulas de los gráficos valor de “x”).

En los siguientes gráficos se muestran las actuales líneas de tendencia trimestrales y semestrales. Como pueden ver en el gráfico trimestral, el valor negativo de la tendencia sísmica contrasta con el valor positivo de la actual tendencia gravitatoria del sistema solar. Sin embargo, este valor negativo de la tendencia sísmica no significa que "la naturaleza vería o no vería necesario" en un futuro inmediato un incremento sísmico sustancial para corregir la tendencia sísmica a positiva.





Desde el punto de vista predictivo, cuando no se está cumpliendo la ley de tendencia, no implica que se vaya a modificar la tendencia del nivel sísmico, con un 74% de probabilidad antes de que se cierre el ciclo de tendencia gravitatoria. Simplemente nos está diciendo que hay otros factores en la dinámica de placas que no hemos tenido en cuenta, y han impedido el cumplimiento de la ley en un 26% de las veces.

La ley de tendencia solo, y nada menos, nos demuestra que las causas de los terremotos hay que buscarlas también fuera de nuestro planeta, en la aparentemente intangible fuerza de gravedad de los astros que nos rodean (Luna y Sol exclusivamente, astros mareales). Es un componente indispensable del diseño del futuro modelo predictivo sísmico y que otros proyectos no están teniendo en cuenta.

La estadística es una hermosa herramienta matemática, pero mal aplicada puede resultar peligrosa y absurda (si usted sufre dos terremotos y yo ninguno entonces ambos hemos sufrido un terremoto 😜).

En estos asuntos, ningún tipo de "distribución de probabilidad" resulta muy útil, si no está asociado a un fenómeno previsible.
Para saber "el cuándo", resulta más práctico encontrar dinámicas naturales con un grado alto de previsión, asociadas a la sismicidad o al vulcanismo.
Es lo que he hecho ¿hay dinámicas más previsibles en la naturaleza que las mareas y sus consecuencias?
"Todo esto" sirve para abrir las puertas al pronóstico sísmico, ya que muestra la relación de los terremotos con un ciclo natural previsible, como es la evolución de la componente solar anual del efecto de marea.  

Es por lo que me resultan especialmente incompletos los intentos de predicción basados en la recurrencia sísmica. Me refiero a todos, tanto a los “serios”, apoyados por grandes medios, basados en potencia bruta de recopilación y cálculo (GLOBAL EARTHQUAKE MODEL), como a los otros, los del “archivo de los locos” que decía Richter. 

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